ENTRE LUCES Y GLOBOS LA REALIDAD OPACA DEL FIG

Tras el resplandor del Festival Internacional del Globo en León, te dejamos un lado menos luminoso del festival.

NOTICIAS

Índigo Méndez.

11/21/20235 min read

El Festival Internacional del Globo inició en 2002 en la ciudad de León con tan solo 25 globos, actualmente su espectáculo rebasa los 200. Han logrado traer shows de renombre nacional e internacional como: INNA, Steve Aoki, Martin Garrix, Los Tigres del Norte y hasta Alejandro Fernández (en la versión virtual realizada por pandemia). Con más de 20 ediciones ininterrumpidas el festival se ha consolidado como uno de los eventos más esperados de la región. En esta edición pudimos ver artistas como The Chainsmokers, Danna Paola y Ozuna.

Pero detrás del resplandor de esta experiencia para los visitantes, se revela una realidad más cruda para los artistas locales.

Anteriormente aquí en Océano Sonoro te habíamos presentado una nota con los artistas locales que estarían tocando en esta edición, estábamos muy emocionadxs que en esta ocasión hubiera tanto apoyo para los artistas de la región. Así quedamos:

Hay muchos puntos a enlistar, pero antes de comenzar cabe destacar que esta nota no tiene intención de otra cosa más que hacer conciencia y mejorar como comunidad musical.

Creo que lo primero que hay que mencionar es que no hubo remuneración para los artistas locales. El talento local fue invitado con el clásico "Te invitamos por la difusión". Hablemos de esta triste realidad que pasa para todo aquel que quiere presentar su propuesta musical en un espacio en México.

Muchas veces los empresarios no toman en cuenta que el músico debe pagar: Además de una vida digna (que incluye pagar la canasta básica, renta y servicios) también tiene que pagar mantenimiento de instrumentos, cuerdas, baquetas, lecciones para mejorar.

Se tiene la concepción errónea de que los artistas viven en una burbuja de creación, ya sea componiendo o generando millones a través de videos para las distintas plataformas de redes sociales y solamente llegan al escenario, tocan y regresan a la burbuja de creación. 

Algunas agrupaciones tienen la necesidad de rentar salas de ensayos para poder ensamblar el show para tu evento. Y si ensayan en la casa del bataco, a la fecha de publicación de esta nota CFE no ha actualizado su forma de pago con difusión.

Se sabe que esto no pasa solo en Guanajuato pero si es una invitación para que comencemos a encontrar una solución a este problema.

Lxs Músicxs pagando sus deudas con difusión.

Imagínate: Tienes el sueño de tocar en uno de los festivales grandes de tu ciudad, te invitan platicándote que habrá un escenario especial para artistas locales, estás listx para dar el conciertazo de tu vida llegas y te encuentras con un tapanco, así como los de la kermesse de tu escuela primaria.

Ahora el backline. ¿Qué es eso? Básicamente el equipo que se necesita para poder tocar: Batería, amplificadores para la lira y el bajo, ya sabes lo técnico.

Pues el FIG dijo "carga con todo tu rollo, banda" entonces los artistas locales que ya están lidiando con hacer rendir la moneda de cambio llamada "difusión", ahora también tienen que cargar con su propio equipo ya que el festival no cubrió con las necesidades técnicas básicas.
Imagina el desastre musical que eso implica.

Se perdió la intención de festival en el momento en que cada banda tenía que subir y acomodar sus cosas y sonar horrible las primeras rolas. La solución de varios fue entre bandas amigas cubrir las necesidades de backline entre ellxs y tener apoyo de un ingeniero local que no tenía que ver con el evento directamente. Otra vez las agrupaciones dándolo todo y haciendo gala de sus habilidades renacentistas para resolver problemas técnicos y a la vez ocuparse de entregar lo mejor de su show.

Era obvio que entre tantos tropiezos técnicos se generaran retrasos en las presentaciones, en algunos casos de más dos horas sin poder darle continuidad al programa de la manera que fue anunciado en un principio.

Pareciera que el FIG, tiene su propio set de obstáculos dignos de una película de terror para las bandas locales, las cuales debieron ingeniárselas para accesar solamente con un vehículo  ya que no hubo acreditaciones para más y tampoco para staff.

Así que ahí van cargando guitarras, baterías y demás cachivaches para armar todo de cero llevando la filosofía de "do it yourself" a su máxima expresión pero en un festival con el alcance que este tiene nos preguntamos dónde está el apoyo del equipo del festival. Ni una mano para cargar un amplificador. Un evento que debía ser una plataforma para exponer talento y música local terminó siendo más una prueba de resistencia.

Y eso no es todo, ¡cuidado con la insolación! Las agrupaciones, con su escenario a plena luz del sol tuvieron que tocar bajo altas temperaturas. ¿Un escenario con techo para proteger a las bandas del sol? Nah, eso sería demasiado humano. No, en el FIG, las bandas tocaron al ritmo del calor sin ni una botella de agua cortesía del staff del festival.

Eventualmente hubo artistas que tomaron la decisión de bajarse a la ultima hora del programa.

Luego de este recuento de hechos desafortunados también queremos mencionar números. El Festival Internacional del Globo en León genera ingresos por todos lados. Con boletos que este año iban desde $200 hasta $600 pesos. Adicionalmente hay ingresos por las rentas de espacios para la venta de comida y otros puestos, así como los stands de marcas que se pusieron las pilas con la promoción, la lana está fluyendo pero no para los actos locales que fungieron como un atractivo más del programa. 

Sin embargo, al revisar concretamente cómo fue la difusión, la famosa moneda de cambio, en redes sociales no se anunciaron ni una sola vez en publicaciones a los artistas locales, hubo nula difusión al escenario alternativo por parte del festival (tenías que entrar al sitio web para enterarte), además los artistas locales fueron rezagados al final del parque lejos del escenario principal y cerca solo de puestos de comida.

Entonces, el cierre de esta melodía deja una interrogante ¿Es el Festival internacional del Globo realmente una plataforma digna para artistas locales? ¿O es más bien un negocio que deslumbra con luces internacionales mientras las bandas locales cargan con el peso y la falta de apoyo? La respuesta está en el aire.